lunes, 5 de julio de 2010

Nueva HARLEY DAVIDSON FORTY-EIGHT



Por el nombre podría deducirse que forty-eight (cuarenta y ocho, en inglés) hace referencia a alguna característica mecánica de la última versión del modelo Sportster de Harley-Davidson, pero no es así. Se trata de un año: 1948. Lo curioso del caso es que no obedece ni al nacimiento del modelo primigenio ni a ningún hecho que, fuera del mundo de la Company, pudiera considerarse histórico. Hace sesenta y dos años se creó el primer depósito peanut una denominación que tanto podría hacer referencia a su forma como a su reducida capacidad-,y fue a su alrededor que se gestó el furor de la moda custom de mediados del siglo pasado y uno de los signos de identidad de Harley-Davidson.

Lejos de ser únicamente el homenaje a un tanque de combustible, el diseño de la nueva Forty-Eight se ha mimado hasta el más mínimo detalle, casi tanto como aquellas primeras transformaciones de hace más de medio siglo que sirvieron para crear el estilo bobber,con motos esenciales, sin equipamiento superfluo, ruedas de reducido diámetro y neumático de gran balón en ambos trenes. Así arrancó el universo de la customización y esa es la esencia que se ha buscado - conseguido-con esta Sportster XL 1200 X.

Basta con un primer repaso visual a la Forty-Eight para darse cuenta de que lo tiene todo, pero sin sobrar nada: los retrovisores se han disimulado colocándolos bajo el manillar, la luz trasera desaparece físicamente para instalar los testigos de posición y de freno dentro de los intermitentes, el asiento es un monoplaza de perfil bajo, el manillar es plano, los guardabarros se han recortado, el depósito va anclado a la vista mediante un soporte perforado y el cuadro de mandos y el faro se reducen a la mínima expresión...

Si a nivel estético la última integrante de la familia Sportster ofrece una imagen contuntente, compacta y minimalista, a nivel mecánico sigue una línea similar gracias al archiconocido motor Evolution de 1202 cc con refrigeración por aire y alimentación mediante inyección electrónica secuencial. Su acabado es en negro pulido y va montado sobre los habituales silent-blocks con los que Harley-Davidson evita que las vibraciones lleguen a ser molestas para el conductor. La ergonomía está condicionada por las suspensiones de corto recorrido y el diseño del asiento, que hacen que la colocación sea especialmente baja, mientras que el andelantado anclaje de los estribos y la forma del manillar crean una posición de conducción de custom clásica muy particular.

Ahí va la mía con algunas modificaciones: